El glamour de las estrellas de Hollywood de los años 50 y 60 sin duda han marcado a muchos de los actores de las nuevas generaciones, tanto a nivel interpretativo, como a nivel de pose, actitud o imagen. Varios de estos actores lo han dejado patente en diferentes reportajes fotográficos.
Comienzo con la niña de mis ojos, Natalie Portman, que reinterpretó para la revista "Harper's Bazar" el mito de la elegancia y el glamour de Audrey Hepburn en la película "Desayuno con Diamantes", quizás el film que marcó el icono en que se ha convertido la actriz, ese vestido negro de Givenchy, esos guantes largos de satén, el collar de perlas, el cigarro con un infinito filtro, y ese moño italiano.
Otro de los actores de nueva generación de Hollywood que reavivó un gran mito, fue James Franco, quien además de compartir nombre con el mítico actor, realizó una película basada en la vida de James Dean, donde la caracterización fue casi perfecta.
Natalie posó con una de las tres versiones que el diseñador realizó para la película, y el motivo del posado era publicitar la subasta del vestido fetiche en la casa de subastas Christies's, el vestido logró alcalzar en la subasta la cifra de 692.000 euros, dinero que se destinó a crear 15 nuevos centros educativos, en las zonas más desfavorecidas de la India. Los impulsores de este proyecto benéfico fueron el escritor Dominique Lapierre y su esposa, fundadores de la O.N.G. “Ciudad de la Alegría”, y que eran los poseedores de la creación de Givenchy.
Otro de los actores de nueva generación de Hollywood que reavivó un gran mito, fue James Franco, quien además de compartir nombre con el mítico actor, realizó una película basada en la vida de James Dean, donde la caracterización fue casi perfecta.
Otra de las actrices que han reinterpretado recientemente a un mito, quizás al mito por excelencia del siglo XX, ha sido Lindsay Lohan para la revista "New York Magacine" el pasado febrero con su versión de Marilyn. En el reportaje Lindsay posó para el fotógrafo Bert Stern, el mismo fotógrafo que en 1962 fotografió a Marilyn Monroe en la sesión que sería conocida como "The Last Sitting" y que revive la clásica sesión de fotos con la pecosa, rebelde y polémica Lindsay Lohan, empeñada en ser más famosa por sus excesos que por su trabajo.Esta es sólo una pequeña muestra, porque son muchos más los que han posado imitando a sus mitos, ahora que cada uno juzgue si se queda con el original o con la reinterpretación, lo cierto es que la imitación siempre ha sido considerada una forma de admiración.
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